Conversamos con Cristian Albornoz, vecino de Comodoro Rivadavia (Chubut) y parte de la Comisión de Vecinos por el NO AL LOTEO que lucha contra el loteo en la Bajada de los Palitos.
Ambiente en Lucha: Contanos un poco qué es la Bajada de Los Palitos y cómo se llega al conflicto que ustedes vienen desarrollando contra el loteo y la Municipalidad de Comodoro Rivadavia.
Cristian Albornoz: La Bajada de Los Palitos es una de las playas más hermosas que tenemos en el sur, y particularmente en Comodoro Rivadavia, está dentro del ejido municipal de Comodoro, pero está alejada de lo que sería la zona urbana, a 7 kilómetros. Linda con el área natural protegida Punta Marqués. No es parte del área protegida, pero está a menos de 2 kilómetros de la reserva de lobos. Así, tiene un valor natural. Y es una de las últimas playas de arena que tenemos en Comodoro y Rada Tilly, que nos queda sin contaminar. El resto de las playas están contaminadas con efluentes cloacales porque todo lo que se tira al mar se tira sin tratar (14 millones de litros de residuos cloacales por día). Entonces tiene un valor particular por diversas cuestiones. Y por el uso que le dan los vecinos. Todos hemos pasado hermosos momentos en esa playa.
AeL: Existen otras playas que han dejado de tener acceso público, como La Herradura.
CA: Sí, claro. Es una de las pocas playas que nos quedan sin privatizar. Sabemos que hay proyecto sobre otra playa. Hay un lugar que está declarado patrimonio histórico, el Faro San Jorge que está ubicado en kilómetro 8, al norte de Comodoro que tiene un farallón, es un sector con un alto valor natural, paisajístico, cultural, histórico. Han hecho un barrio privado lindante al mar. No hay mucha playa porque tiene mucho acantilado y han cercado todo, a un metro del acantilado. Si querés ir a caminar por esa zona ya no se puede porque tenés que caminar entre el alambrado y el acantilado, para no entrar en lo que, entre comillas, es propiedad privada. Y hay partes que cercaron en la playa hasta donde llega la marea alta, con total impunidad. Y tenemos el caso de La Herradura que también es una playa de arena. A La Herradura los vecinos no van. Hemos ido en verano cuando la Bajada de los Palito está llena de gente y en La Herradura no hay nadie, ni siquiera la gente que vive ahí. Es un barrio privado que tiene más de 25 años y no hay más de 15 casas. O sea que no es algo que le esté dando un rédito económico, si quieren justificar. Esta gente se adueña de la tierra, del patrimonio natural, del espacio público, no lo usa y no beneficia a nadie. Todo lo contrario, perjudica, genera más desigualdad entre los vecinos que tenemos que ir a playas contaminadas y nos vamos quedando sin lugar para disfrutar y para que nuestros hijos valores la naturaleza. Porque si no podemos ir a la playa, los que vengan difícilmente van a valorar todas esas cosas.
AeL: Se le empieza a dar la espalda al mar, que lo tienen tan cerca.
CA: Nosotros hicimos una serie de charlas que se llamaban “de cara al mar” y después la municipalidad [de Comodoro Rivadavia] empezó a usar de slogan “de cara al mar” porque pusieron veredas, han hecho un trabajo de infraestructura para ponerla “más linda”. Pero poner una vereda no es estar mirando al mar, es mirar al mar desde afuera, no poder usarlo, es lindo lo que hacen, se puede discutir o no, pero son cosas que no nos importan porque queremos poder meternos al agua, quiero que mi hija se pueda meter al agua.
AeL: Entonces surge el proyecto de un nuevo barrio que impediría el acceso a la playa.
CA: Tal cual, en kilómetro 8 surge el proyecto Chacras del Faro del cual nosotros hemos solicitado el expediente pero uno siempre se entera por la publicidad, cuando ya está bastante avanzado. Incluso ya está cercado, han hecho los cordones cuneta, deben haber dos o tres casas, tiene una pista de aviones privados. Está en una zona petrolera, que antes se consideraba minera, que tiene pozos abandonados, hay un radio de seguridad. Pero han podido doblar las voluntades de quienes deciden y han logrado aprobar, pero hay también una cuestión por los propios vecinos que van a comprar ahí. Como la impunidad, como algunas leyes son tenidas en cuenta en algunos casos y en otros no. La Bajada de los Palitos es también un proyecto privado, de una empresa en teoría local. Primero arrancó con una desarrolladora de Buenos Aires que después dejó. Al empezar nosotros con todos nuestros reclamos, se ve que tuvo algunos impactos, la desarrolladora dejó. Es una familia local,que ha dado la cara cuando se hicieron las audiencias públicas, son los que aparecen cada tanto.
Arrancamos en el 2018 cuando empezamos a ver las publicidades de que iban a hacer un barrio privado, la venta de lotes en las páginas de internet. La reacción de la mayoría fue expresarse a través de las redes, eso fue rebotando hasta que se formó un grupo de facebook No al loteo, y de ahí se organizó la primer reunión en la Bajada de los Palitos, donde fueron más de 60 personas. En base a esa reunión se decidió formar un grupo de vecinos, formamos la comisión de vecinos y empezamos a investigar y a ver de qué se trataba. Para poder reclamar y exigir, siempre es importante acceder a la información, que debe ser pública, que no es tan fácil. Empezamos a investigar, a presentar notas. Lo primero es si tenía estudio de impacto ambienta y conseguir el expediente, para ver qué querían hacer, y qué habilitaciones tenían. La primer nota que recibimos como respuesta es que no tenían estudio de impacto ambiental (EIA), ni en provincia ni en el municipio. Había un informe ambiental, que eran 15 hojas, era un trabajo práctico de un pibe de 5to año, una cosa así. Era una vergüenza lo que habían hecho. Como no tenía estudio de impacto ambiental, nos empezamos a mover un poquito más, sabiendo que cuando están estas obras tienen que tener sí o sí un estudio de impacto ambiental. Pero la municipalidad de Comodoro tenía una ordenanza de uso de suelos en la cual dice que todas las obras que generen impacto ambiental, el director de Planeamiento Urbano es el que va a decidir si lleva o no un EIA. Iba en contra de todas las leyes nacionales o provinciales, hasta de la ética. La persona que tenía que aprobar el proyecto, decidió que no debía hacerse EIA a pesar de ser una playa pública y de estar lindante de un área natural protegida. Después de esto hicimos varias manifestaciones, nos empezamos a mover en las redes, a visibilizar el tema, notas en los medios y lo que nos complicó fue que no conseguíamos el expediente. El expediente se perdió, mágicamente desapareció. Estuvo un año perdido. Así que ahí también perdimos un año, si bien sirvió para concientizar un poco, para que más gente se entere lo que pasaba, no podíamos saber bien de qué se trataba, qué querían hacer y tener todas las herramientas como para hacer un reclamo legal, o un poco más formal. Así que estuvo un año perdido donde hicimos una movilización a la municipalidad para que nos entreguen el expediente, no podía ser que un expediente que tenía más de 600 fojas desaparezca mágicamente. Después de varios reclamos accedimos al expediente y nos enteramos de estas cuestiones. Lo importante de acceder al expediente es que fue pasando por distintas secretarías y en todas las secretarías de la municipalidad, la mayoría de las áreas técnicas que por ahí no tienen tanta injerencia en lo político le recomendaban algunas cuestiones como que es una playa pública, esto del estudio de impacto ambiental, que estaba lindante a la reserva, el poner en valor que está declarada por el código ecológico, por ordenanza, Patrimonio Natural, un montón de cosas que no fueron tenidas en cuenta. Entonces seguimos reclamando, pidiendo reuniones con los funcionarios y entre todo este tiempo que pasó, un día empezaron a trabajar con las máquinas en la playa. Ese día hicimos una denuncia en Ambiente, por no tener estudio de impacto ambiental no podía avanzar y organizamos una marcha. A la marcha fueron más de 200 o 300 personas, que para Comodoro es un montón, que es una ciudad bastante tranqui en ese sentido y no suele haber mucha gente en las marchas. Para nosotros fue algo bastante positivo. Eso hizo también que pararan las obras desde provincia y desde el municipio.
AeL: Luego logran que se convoque a una audiencia pública.
CA: Luego de esto, al denunciar que no había EIA, la ordenanza municipal decía que debía realizarse una audiencia pública. También fue un logro de la Comisión de Vecinos y de la gente que siempre nos acompañó. Se hizo una audiencia pública en la que participaron más de 100 personas. Todos los medios y las personas han dicho que fue histórica la participación de los vecinos, que fue un trabajo de la Comisión en sumar, en informar a la gente. La audiencia fue de manera virtual, por lo que había que explicarle a la gente cómo participar, para que la gente no hable sin fundamentos, sepa bien de qué se trataba. El vecino no tiene por qué saber qué dicen las 600 fojas del expediente. El que quería hablar de algo técnico le pasamos información, había especialistas, geólogos y también había vecinos que querían vivir la playa, la defienden porque quieren ir con sus hijos, mostraron un video paseando por la playa con su hijo y esa era su manera de participar. Entonces también los alentamos a eso, porque a la gente también le cuesta. Así que fue bastante positivo para nosotros, lograr esa participación. No son cosas que frenan pero son cosas que marcan el apoyo de la gente y también a los políticos, en teoría les debería mover la aguja, que la gente se mueva que en este caso fue bastante importante.
AeL: Yendo a la situación actual, ¿les movió la aguja a los políticos?
CA: Concejales que no se habían pronunciado, se pronunciaron de manera pública. En base al reclamo que hizo al Comisión se cambió la ordenanza del uso de suelo y a partir de ahora todos los proyectos que se hagan tienen que tener un EIA. Lo que antes decidía una persona, cambió. No tiene que ver con la playa pero sí tiene que ver con lo que reclamamos. El reclamo es sobre todas las playas. También se hizo una ordenanza de barrios privados, más allá de estar de acuerdo o no con los barrios privados, que regula una parte de preservar el espacio natural y el espacio público. Tiene algunas cosas buenas y otras malas. Se fueron haciendo algunas cosas pero nada que frenara el proyecto. Una declaración de interés de los concejales. Siempre el pronunciamiento y el compromiso es hasta ahí nomás, porque nada lo frenó todavía. Lo que sí pasó después es que en la playa hay restos arqueológicos, de los pueblos originarios y eso también logró frenar porque después de la audiencia el proyecto siguió avanzando, cercaron y ya iban a empezar a trabajar otra vez y nosotros habíamos estado trabajando con los pueblos originarios. Habían encontrado restos arqueológicos, fogones, chenques, en 2012 un enterratorio, que estaba con huesos de ballenas que estaba en el museo de Rada Tilly. Entonces tenía que haber una consulta previa, libre e informada con los pueblos antes de intervenir o avanzar con algo sobre el territorio.
Nos agarró la pandemia, estuvo todo parado, no se movía nada, pero ahora querían arrancar de vuelta, incluso después de la audiencia pública. La Secretaría de Ambiente se tenía que pronunciar y recién este año, en enero, le dio el alta ambiental. Y empezamos a mover otra vez, trabajamos en conjunto con los pueblos originarios pero ellos tienen su asesoramiento aparte, su estrategia. Siempre estamos en contacto y trabajamos en conjunto. Como sabíamos que estaba el reclamo por la consulta previa, libre e informada, les avisamos porque no podía tener el alta ambiental. Ellos presentaron un recurso de amparo y en teoría no se podía mover nada. Las comunidades volvieron a hacer el reclamo legal porque no fue tenido en cuenta y ahí se volvió a parar todo. En teoría ahora tienen que hacer esa consulta. No sabemos qué es lo que va a pasar, porque todo lo que hemos hecho, más allá de que trabajamos con la esperanza de que se frene, si no no le meteríamos todo el laburo que le metemos, también todas las cosas que van pasando indican que quieren avanzar, que no les va a importar la gente. Esto que te indicaba del kilómetro 8, del alambrado, es un mensaje, es un rumbo que van a seguir los funcionarios, de todos los partidos que están, porque todos se quedan en el molde. Entonces es importante seguir trabajando para que no pase.
La solución va a ser la gente en la calle, la presión que podamos generar, los argumentos que se plantean. Hay que ser claros para poder defender y que la gente también entienda, porque a veces cuesta concientizar.
Estamos trabajando en un proyecto de iniciativa popular, a nivel municipal para tratar de proteger esa playa y también otras. Quizás no sea lo que frene, y quizás lo reboten, pero también es educar, un montón de cosas.
AeL: ¿Querés agregar algo más?
CA: No, sólo poner en valor el uso que le da la gente, al espacio público, al espacio natural. Si perdemos esos lugares después es difícil que les enseñemos a valorar a los más chicos la naturaleza, porque la van a ver por la tele y no la van a disfrutar como tiene que ser. También en el día a día va a haber una situación injusta, pasar por La Herradura y decir “no tengo un solo recuerdo de ese lugar” y los que tuvimos momentos lindos en la Bajada de los Palitos vamos a decir, “la puta madre, ahora no puedo comerme un asadito ahí, no puedo acampar más, no puedo ver el amanecer, no puedo meterme a la playa como lo hacía”, creo que va a ser bastante triste.
AeL: Muchas gracias, Cristian, desde Ambiente en Lucha quedamos a disposición para lo que necesiten para continuar la lucha. Te agradecemos tu tiempo y el esfuerzo que le meten los vecinos de la Comisión a la lucha para defender el ambiente de los intentos de privatizarlo y dejarlo en manos de unos pocos.