Le realizamos una pequeña entrevista al compañero Lautaro Riveiro, estudiante de Historia en la UBA y militante de la organización Juventud Ambientalista, para que nos cuente su origen y con qué perspectivas hoy intervienen dentro del movimiento de luchas socioambientales.
AeL: ¿Qué es Juventud Ambientalista?
Lautaro: Juventud Ambientalista es una organización socioambiental de lucha contra el capitalismo extractivista. Surgió el 29 de septiembre del año 2020 como consecuencia de la ruptura con Jóvenes por el clima.
Nos consideramos parte del movimiento de jóvenes a nivel mundial que se moviliza en todas partes del mundo contra la crisis climática y ecológica que amenaza con poner en riesgo la existencia de la humanidad. También, nos consideramos una organización abierta donde cualquier activista, no necesariamente joven, puede sumarse a militar.
Pensamos que nuestros objetivos en este contexto histórico particular consisten en no sólo luchar contra el orden capitalista y los Estados al servicio del extractivismo que nos dejan sin futuro, sino también en aportar y pensar salidas y nuevas alternativas de sociedad para construir un mundo ambiental y socialmente más justo, donde la lucha interseccional es fundamental, ya que, no existe justicia ambiental sin justicia, antirracial, feminista, antiextractivista, anticapitalista, anitimperialista y anticolonial.
En un escenario donde nos acercamos al colapso energético y climático, apostamos a pensar y construir, sociedades sin dominación y explotación sobre las personas y la biosfera, ante la catástrofe climática y ecológica que nos presenta el capitalismo.
Es por eso que este sábado 23 de abril, en la Biblioteca popular Eduardo Martedi (Pasco 555) vamos a estar realizando con diversas organizaciones como Ambiente en lucha, XR, Taller ecologista y Observatorio Petrolero Sur una presentación del libro “En la Espiral de la Energía” publicado por Editorial Marat, que va a tener como principal foco de debate el problema sobre el colapso. Creemos que esta actividad es esencial para seguir fortaleciendo al movimiento en cuanto a las alternativas que podemos construir y profundizar los debates acerca de las estrategias que tenemos para vencer a un sistema capitalista que pone en riesgo la existencia humana.
AeL: ¿Por qué se fueron de Jóvenes por el clima?
Lautaro: Consideramos que nuestra ruptura con “Jóvenes por el Clima” fue parte de un proceso interno de maduración como militantes, que tuvo como principal consecuencia el viraje político que comenzó tomando la organización una vez que el gobierno de Alberto Fernandez asumió en 2019. Las primeras diferencias comenzaron con las manifestaciones por el intento de derogación de la ley 7722 que prohíbe el desecho de sustancias tóxicas al agua en Mendoza por la megaminería. Mientras todo el país se movilizaba en contra del avance megaminero, una parte de la organización se juntaba en una mesa cerrada con el ministro de ambiente Juan Cabandie.
Con el comienzo de la pandemia, la excusa de no salir a las calles por la cuarentena se impuso durante todo el 2020. La intención de manejar una agenda en conjunto con el Gobierno nacional y perder todo tipo de autonomía política respecto al Estado extractivista se fue haciendo cada vez más evidente. Al punto tal que se ponía en debate si apoyar o ir en contra del Acuerdo porcino con China, sosteniendo que era un acuerdo casi imposible de tirar hacia atrás y que lo que quedaba era intentar presionar al gobierno para hacer al mismo más sustentable, y de paso “obtener algunas divisas para la transición energética”. Los hechos posteriores demostraron que estaban equivocados y que con la fuerza del movimiento socioambiental en las calles el acuerdo dio marcha atrás y constituyó una gran victoria de las comunidades y los pueblos contra el saqueo. Por otro lado, comenzaba a notarse cada vez más, esta vez públicamente, su filiación y simpatía con los gobiernos progresistas (que tenían gestiones extractivistas) al adherirse a la “Internacional Progresista” agrupación en la que confluyen distintos candidatos y gobernantes que se definían progresistas. Frente a esa elección nos opusimos fuertemente. Luego de la reunión en Olivos con el presidente de la Nación por la ley de educación ambiental, tomamos la decisión con varios compañeros de romper con la organización y hacerlo público. Consideramos, en aquel momento, que “Jóvenes por el Clima” se distanciaba cada vez más de su objetivo principal como organización independiente, separándose de las demandas principales y formando una colateral de partido con el Frente de Todos.
AeL: ¿Y visto desde hoy, qué balance hacen de esa decisión?
Lautaro: Casi dos años después vemos como esa tendencia hacia el seguimiento de una agenda con el gobierno sigue más en pie que nunca. Además, el apoyo a los proyectos impulsados por el gobierno, como las petroleras Off Shore con control estatal en el mar argentino y la energía nuclear con la nueva instalación en camino de Atucha III, ponen en evidencia cada vez más su ligazón con él y su poca independencia política. Sin embargo, sus declaraciones han tenido costos políticos: como el descreimiento de gran parte del movimiento, es el caso de la asamblea de Jachal contra la megaminería de uranio (para la energía nuclear) y otras organizaciones que decidieron distanciarse políticamente de Jóvenes por el clima.
Pensamos, como balance, que JOCA profundizó su alianza con el gobierno nacional que quiere construir legitimidad para seguir avanzando con el extractivismo en los territorios con menos presión social. En términos estratégicos, su alianza refuerza un intento de cooptación por parte del Estado para generar reformas parciales, con legitimidad de los movimientos, sin transformar ni destruir de raíz el sistema de producción y consumo que hoy nos lleva al colapso: el capitalismo fosilista. Su alianza fortalece cada vez más el intento de avanzar hacia una transición energética de carácter nacional (para el beneficio de unos pocos) donde no se cuestionen los parámetros extractivistas de producción, consumo y desarrollo capitalistas. De allí su insistente propuesta de conseguir divisas, cueste lo que cueste. Es por eso que creemos necesario, para el bien del movimiento socioambiental y para la construcción de una verdadera transición energética popular, revolucionaria y anticapitalista, poner en evidencia a aquellos sectores que hoy no representan las voces de los territorios y por otra parte a aquellos que luchan contra los gobiernos y las empresas que destruyen nuestro planeta.
AeL: En resumidas cuentas, ¿Por qué definieron ser parte de la Coordinadora Basta de Falsas Soluciones?
Lautaro: Consideramos que es necesario que los activistas se sumen a la Coordinadora BFS porque es un espacio donde confluyen todas aquellas asambleas, territorios, partidos y organizaciones que luchan de forma directa contra todos los gobiernos, la desidia estatal frente a la crisis climática y ecológica, y también contra el extractivismo que destruye nuestros ecosistemas y avanza contra la voluntad de las comunidades afectadas.