La Antártida es el mayo reservorio de agua dulce del planeta en la actualidad. Sin embargo, en el último tiempo este sitio ha comenzado a evidenciar de forma tangibles las consecuencias del cambio climático, particularmente del aumento de la temperatura media global.

Descongelamiento del permafrost

Los suelos de la Antártida son llamados permafrost, es decir, suelos congelados de forma permanente. El derretimiento de estas estructuras fue reconocido por la Organización de las Naciones Unidas en el año 2019 como una de las consecuencias más preocupantes del cambio climático.

Ante ello, el Instituto Nacional del Agua ha llevado a cabo gran cantidad de estudios sobre el permafrost y esta problemática. En este marco, el presidente del Instituto, Juan Carlos Betoni, expresó: “El permafrost es muy sensible a los cambios ambientales, de temperatura, a los cambios de caudales y de escurrimiento, y por lo tanto se convierte en un indicador del cambio climático”. En la misma línea advirtió: “Ya se está observando en la Antártida y en el Ártico el colapso de estructuras existentes por debilitamiento de su fundación. Incluso, en sectores donde había agua congelada, ya se han producido inundaciones importantes”.

La última sesión del Consejo Interinstitucional de Ciencia y Tecnología (CICyT)

En las últimas semanas el CICyT sesionó por primera vez en la Base Marambio en la Antártida. Allí, con la presencia de diversos Ministros se pusieron en evidencia los últimos estudios llevados a cabo que dan cuenta de las notorias consecuencias y afectaciones que el cambio climático está provocando en la zona.

En este marco, el Ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación, Daniel Filmus dijo: “El futuro de la humanidad depende en buena medida de las reservas que tiene la Antártida. Y la sobrevida de muchos estados insulares depende de que no suba el nivel del mar por la pérdida de hielo. Hoy nevó en Marambio, pero en muchos momentos del año ya se perdió la nieve. El cambio climático está golpeando tremendamente”.

Además, informó que se hizo un desembolso de dinero a los fines de que se construyan laboratorios en las bases donde actualmente hay presencia argentina. Al respecto destacó: “El desafío es tener investigadores durante todo el año, que puedan evaluar fundamentalmente el tema del impacto ambiental.”

Desde Ambiente en Lucha sostenemos que las consecuencias de la crisis climática son cada vez más evidentes, y que esta situación es de imposible resolución en el marco de un sistema capitalista.

Además, ante los dichos del Ministro Daniel Filmus, sostenemos que si “el futuro de la humanidad depende en buena medida de la Antártida”, es necesario que se adopten medidas a la altura de las circunstancias para poner un freno a las consecuencias del cambio climático y dejar de generar situaciones que las agravan. Desde Ambiente en Lucha consideramos que estas declaraciones son palabras vacías si no vienen acompañadas por una política consecuente a nivel nacional que deje de cajonear la Ley de Humedales y de promover la megaminería, entre otras.