Escribe: Clara
En el día de ayer (lunes 18/9) se realizó una amplia movilización que unificó los reclamos de docentes, trabajadores de la salud, municipales, pueblos originarios y diversos sectores que siguen luchando contra la reforma constitucional de Morales, Juntos por el Cambio y el PJ. Por estas horas se desarrolla una movilización aún mayor y una permanencia en la puerta de la Legislatura que aprobó la reforma reaccionaria.
A tres meses de la reforma aprobada el 20 de junio, la conflictividad en la provincia de Jujuy no ha cesado. Aquella noche oscura se aprobaba la modificación de la carta magna que concentra poderes bajo el gobernador, restringe el derecho a la protesta y facilita la explotación de bienes comunes sin consulta a los pueblos originarios que habitan las tierras, en medio de movilizaciones y cortes de ruta durante los 11 días previos que eran brutalmente reprimidas por la policía.
El Malón de la Paz, representante de 400 comunidades de 10 pueblos originarios, se encuentra en estado de lucha permanente cortando la ruta 9 desde el 14 de junio, mantiene cortes es Susques, La quiaca, Humahuaca, enviando una comitiva a partir del 25 de julio que llegó a Buenos Aires el 1ero de agosto y se encuentra también en permanencia en Tribunales reclamando una respuesta de la Corte Suprema de Justicia. Desde entonces han difundido su reclamo por la tierra, el agua y la vida, articulando con otros sectores en lucha con los que confluyeron el pasado 14 en una gran marcha contra el ajuste, la derecha y el extractivismo.
Sin embargo, no solo no han tenido respuestas por parte del Estado más que la creación de una comisión investigadora de la violencia institucional que ya con tristeza y bronca observó todo el país, sino que continuaron en el territorio jujeño los ataques a las comunidades. Además de la represión brutal al corte en Purmamarca, se ha avanzado en las últimas semanas en intimaciones, destrucción de hogares e intentos de desalojo de familias en los departamentos de Tilcara y Santa Bárbara. Por lo que en asamblea el 16 de septiembre en la Quiaca se resolvió marchar a la capital para acompañar a docentes, municipales y trabajadores estatales.
Les trabajadores por su parte continúan reclamando por la recomposición de sus salarios, ya insuficientes antes de la reforma por lo que se encontraban movilizados y licuados aún más por la devaluación que siguió a las PASO. A esto se le sumaron el ajuste en el sector de salud, despidos de la empresa Ledesma a trabajadores rurales y del azúcar, despidos en El Aguilar, así como la proscripción a una lista opositora en la UATRE (trabajadores rurales) que participara de los reclamos contra la reforma y descuentos desproporcionados por huelga en los salarios de los docentes. Todo esto no hizo más que agudizar el malestar.
Fue así que desde la Intergremial se anunció un paro unificado y la movilización del 19 por parte del CEDEMS (docentes de nivel medio y superior), ADEP (primaria e inicial), ATE, SEOM (municipales), APUAP (salud), Obras Sanitarias y APOC (Organismos de Control) exigiendo la inmediata reapertura de paritarias para que el mínimo salarial ascienda hasta alcanzar la canasta básica familiar. Se sumaron los pueblos originarios para movilizar a la casa de gobierno y a la cámara de diputados, para quedarse luego en la legislatura realizando una vigilia para preparar una gran movilización para el día de hoy. Además de los aumentos salariales y las reincorporaciones a los despedidos, reclaman el cese de la criminalización a la protesta y la suspensión de la reglamentación de la reforma hasta que se expida la Corte Suprema sobre su inconstitucionalidad. Iván Blacutt, candidato a diputado nacional por Izquierda Socialista y el Frente de Izquierda UNIDAD, quien fue encarcelado por Morales, y es hoy uno de los cientos de procesades de la provincia, afirmó desde la puerta de la Legislatura: “estamos acompañando el acampe de las comunidades de Jujuy, reclamando por su territorio, por el derecho al agua, y abajo a la reforma de la constitución provincial”.
Morales prevée pagar 25 millones este año por la deuda externa usuraria mientras el pueblo se hunde en la pobreza, los despidos, desalojos y persecuciones. El problema no es la falta de dinero, sino la orientación de clase de un gobierno capitalista con métodos feudales adicto a los latifundistas del azúcar, el lobby inmobiliario y desesperado por explotar el litio para las transnacionales.
La única forma de enfrentar a este régimen es avanzar en la unidad, saliendo a la calle a enfrentar el ajuste y fortalecernos para enfrentar los avances reaccionarios como vienen haciendo los trabajadores y comunidades jujeñas. Toda nuestra fuerza y nuestro apoyo.