Escribe Belén B., estudiante de Derecho
En la última semana la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y la Provincia de Buenos Aires han registrado el verano más cálido de su historia.
En lo que va del mes de marzo, por 10 días consecutivos los termómetros midieron temperaturas por arriba de los 32 grados, dando lugar a la ola de calor más prolongada desde que se tiene registros, en 1906, más de un siglo atrás.
Las temperaturas extremas que sofocan a los/as habitantes y agravan las consecuencias de la sequía. Además, favorecen la propagación de incendios en el país.
Al respecto, la comunicadora meteorológica Cindy Fernández dijo: “Lo habitual es que se registren unas tres olas de calor en verano. Si es muy caluroso, cuatro o cinco. Este año se dobló la cifra, vamos por la octava”.
Según se desprende de los datos difundidos por el Servicio Meteorológico Nacional: las temperaturas récord de este año se enmarcan dentro de una tendencia preocupante: de los cinco veranos más cálidos en 117 años, cuatro ocurrieron en los últimos diez.
Desde Ambiente en Lucha sostenemos que sin un cambio de rumbo los fenómenos climatológicos extremos se agravarán cada vez más.