Escribe Agustín Gigli, de Ambiente en Lucha Esquel-Chubut.
A unos 20 kilómetros de la ciudad de Esquel, se encuentra Monte Bianco, un “joven” parque de nieve en las faldas del cerro La Torta, en la zona conocida como Huemules. Se encuentra justo donde el bosque nativo (categorizado como “rojo” según la ley de bosques) deja paso a la montaña “pelada”. No es el típico centro de esquí alpino, como Catedral, sino que es uno de esos centros donde van los ricos, al que hay que llegar en vehículos especiales. Muy cerca tiene su mansión Marcelo Tinelli.
Desde hace años el empresario esquelense Simeoni avanza en la construcción del centro, aprovechando las distintas infraestructuras que tiene la ciudad para el turismo (aeropuerto, hospital y una cierta tradición en deportes invernales con el centro de esquí La Hoya). Pero sobre todo aprovecha los distintos beneficios que le dan desde los distintos gobiernos. Particularmente, el “parque” se encuentra en terrenos municipales, y usa el beneficio otorgado en diciembre de 2013 de ocupar y beneficiarse de 1,5 hectáreas. Sin embargo, en la actualidad los terrenos utilizados son de unas 17 hectáreas.
En los tribunales de Esquel, se encuentra una causa por “usurpación, desobediencia y daño agravado por ser bien de uso público” (ver “Usurpó más de 15 hectáreas, construyó un centro de esquí y taló casi 1.200 árboles de lenga”). Usurpación por las hectáreas utilizadas sin autorización; desobediencia por haber construido una pista con medios de elevación desobedeciendo una resolución judicial, en 2013; y daño agravado porque entre 2020 y 2021 amplió la pista y construyó un estacionamiento, talando 1.178 árboles del bosque maduro de lenga, una especie nativa.
Sobre esto, el intendente de Esquel, Sergio Ongarato (UCR-Cambiemos) dijo “lo que vemos que se ha hecho es el armado de un parque de nieve con un medio de elevación para que los turistas puedan ir a visitarlo”, minimizando los hechos. Y dejando en claro su visión con respecto al medio ambiente dijo: “(…) con un entorno natural sano y cuidado pero no podemos dejarlo exactamente como está. Para eso es Parques Nacionales” (ver “Ongarato: ‘el bosque nativo hay que preservarlo pero permitiendo el desarrollo’”). Es decir, que al intendente no le importa que un empresario haga uso privado de terrenos públicos, que se beneficie y los destruya; para conservar estaría el Parque Nacional Los Alerces. ¿Complicidad, connivencia?
En este marco, la Secretaría Provincial de Bosques le impuso una multa de 36,5 millones de pesos, es decir, unos $30.500 por cada árbol talado. Además, Monte Bianco debe presentar un plan de remediación. Esta multa, casi irrisoria para la empresa, seguramente será evitada al estar ya judicializada la situación.
Desde Ambiente en Lucha repudiamos el uso privado del bosque nativo, como el que hace Monte Bianco. Con la excusa de generar trabajo, se autoriza el avance sobre el medio ambiente, en este caso sobre el bosque nativo y las nacientes de agua. El disfrute de la naturaleza no puede restringirse a quienes tienen dinero, dejando al resto de la población el impacto ambiental que generan estos emprendimientos. Es necesaria una sanción ejemplar, para que la conservación del bosque nativo sea real.