El pasado viernes 22 de julio comenzó un incendio forestal en la ciudad de Mariposa, California, Estados Unidos. En un primer momento se pensó que este podría ser controlado por el cuerpo de bomberos, pero el fuego se reavivó el sábado 24 y ha quemado, al momento, más de 2.428 hectáreas.
Este incendio, denominado Oak Fire, se constituyó como el más grande de los incendios forestales activos actualmente en el Estado California. Corresponde destacar que, según los datos emitidos por “Cal Fire”, al sábado último por la mañana se contabilizaba 6 incendios activos en el Estado.
El segundo más grande, el incendio Washburn, se produjo en el Parque Nacional Yosemite durante más de dos semanas, quemando más de 1962 hectáreas y, al 23 de julio, aún se lo intentaba contener.
Frente al Oak Fire, el climatólogo de la Universidad de California, Daniel Swain, sostuvo que “el fuego se propagó en casi todas direcciones, en un contexto de alta carga de combustible y sequía extrema”.
Es pertinente destacar que el oeste de los Estados Unidos se ha visto afectado por incendios forestales de excepcional magnitud e intensidad en los últimos años, tendencia que los científicos atribuyen al calentamiento global.
Desde Ambiente en Lucha seguimos sosteniendo que es necesario una salida de fondo para frenar las catástrofes socioambientales.