Escribe: Agustín Gigli. Ambiente en Lucha Esquel
El Chubutazo de diciembre de 2021 frenó al gobierno de Arcioni en su embestida por imponer la megaminería en Chubut. Pero las políticas extractivistas siguen, ahora con el uranio, el fracking en Comodoro y el viento para el hidrógeno “verde”. Y sobre todo siguen desde el gobierno nacional de Alberto y Cristina Fernández. La telenovela de si se hablan, si le clava el visto, no existen cuando de megaminería se habla. La salida de Kulfas del gobierno no cambió nada, mostrando, una vez más, que estamos enfrentando a la política central del gobierno “nacional y popular”: entregar los bienes comunes a la primer empresa multinacional que se ofrezca, para juntar dólares y pagar la fraudulenta, ilegítima deuda externa, tanto la que contrajo Macri como la que viene desde la dictadura militar.
En Canadá se está por realizar la Prospectors & Developers Association of Canada (PDAC) 2022. Argentina participa bajo la consigna “Argentina es un país con minerales; queremos convertirla en un país minero”. Para entregarnos, el gobierno preparó un informe sobre la situación minera. Por supuesto, no existe mención alguna de las luchas que se desarrollan en los territorios, no hay mención de los compañeros detenidos y judicializados en Andalgalá, de los heridos y perseguidos en Chubut, de los espiados por la AFI, ni de las leyes que vivieron pocos días como las de Mendoza o Chubut, tiradas por el pueblo que entiende que entregarse a las mineras es destruir el ambiente, es negarse a formas de producción ambientalmente sustentables, que es entregar el agua que tomamos y usamos todos los días.
Para los chubutenses y los esquelenses, lo que está haciendo el gobierno va todavía mucho más profundo. El gobierno está promocionando el proyecto Navidad y el proyecto Suyai. Navidad motivó la sanción (y posterior anulación) de la zonificación de Arcioni/Fernández. Suyai es el nuevo nombre que las mineras utilizan para el proyecto Esquel. Sí, a 20 años del comienzo de la lucha en Esquel y del plebiscito que dijo No a la Mina, el gobierno de Fernández insiste como si nada hubiera sucedido.
Los cambios cosméticos que hacen las empresas y el gobierno ya los conocemos. Dicen que ya no es más a cielo abierto y que no se utilizará cianuro. Y nosotros reiteramos: ¿qué parte del NO no entendieron? El saqueo megaminero viene de la mano de la contaminación ambiental y la contaminación institucional. Y esa contaminación ya comenzó. Gobiernos como el de Arcioni son un claro ejemplo de la contaminación institucional que provoca la megacorrupción minera.
El proyecto Suyai plantea extraer oro y plata de una de las montañas que rodean Esquel. A 4 kilómetros en línea recta, el gobierno habla de 18 kilómetros por ruta (hay que “esquivar” la montaña para llegar a la entrada del campo). La vida útil rondaría los 8 años para extraer 2.300.000 onzas de oro y 3.500.000 de plata. Oro y plata que salen del país y ni siquiera vuelven los dólares que esos minerales significan. Este proyecto, propiedad de Yamana Gold, fue adquirido en forma parcial por Eduardo Elsztain con la misión de realizar el trabajo fino de convencer a la población y allanar los problemas legales locales. Su primer éxito fue en 2021 cuando logró que la Corte Suprema de la Nación dictara un fallo en contra del Municipio de Esquel por no otorgar habilitación comercial a la minera. Desde el gobierno municipal de Ongarato (UCR-Cambiemos), no han hecho nada para impedir que a partir de este fallo se termine en la apertura de las oficinas en nuestra ciudad.
Desde Ambiente en Lucha seguimos movilizando junto a las asambleas de las distintas localidades para frenar de forma definitiva estos intentos del gobierno. Hoy, debemos levantar la voz en Chubut y en Canadá, y en todos los lugares donde sea necesario para respetar el derecho a un ambiente sano, con desarrollo sostenible que dé trabajo a todos los trabajadores que hoy sufren la política de saqueo, que impide que se desarrolle cualquier otra actividad que no sea la extractivista.