jueves, noviembre 21, 2024

DESDE LOS TERRITORIOS

Esquel lanza una criptomoneda verde

Breaking news! ¡Ultimo momento! Podrían decir los encabezados que a nivel provincial (y por qué no mundial) están apareciendo en estos momentos. Esquel, con su lucha en contra de la megaminería saqueadora y contaminante, “saca una criptomoneda para cuidar los bosques”. Podría ser una fake news (noticia falsa), pero es un green washing (lavado de cara verde).

Todos los medios de prensa provinciales de Chubut están dando cobertura a una nota emitida por el municipio de Esquel: el intendente Taccetta (Cambiemos) promueve el proyecto “Bosques Mundiales” y “Reserva Natural Aldea Luna”.

Esquel tiene a su alrededor más de 1000 hectáreas de “bosques”. Así lo postulan, pero son forestaciones de pino donde podría haber bosque nativo. Un gran monocultivo de una especie exótica que es un foco de incendio en potencia. Pero tener superficies de bosque o plantaciones, dentro del ejido municipal, conlleva la responsabilidad de mantenerlo, de bajar la carga de combustible (realizar podas, eliminar la pinocha en el suelo, etc.), de abrir cortafuegos. Nada de esto hace la intendencia actual ni lo hacían las anteriores. La gran lucha del pueblo de Esquel, con su componente en el cuidado del ambiente (te invitamos a leer la revista “La izquierda y el No la Mina”), no tiene reflejos en los gobiernos, menos en el actual que ni siquiera mantiene en correcto funcionamiento la planta de residuos sólidos, llegando al colmo de eliminar los dos únicos puntos de recolección de residuos reciclables que tenía la ciudad. El pueblo lucha contra la contaminación megaminera mientras el gobierno mantiene una planta de residuos que no recicla y que contamina la comunidad lindera, la comunidad mapuche-tehuelche Nahuel Pan. Tampoco garantiza el tratamiento de residuos líquidos, con una planta que no llega a tratar ni el 50% de lo que genera la ciudad. Pero lo “verde” vende.

Bonos verdes

La propuesta que “compra” Taccetta es la vieja idea de los bonos verdes, pero esta vez modernizada con criptomonedas. Permitir que empresas contaminantes sigan contaminando pero comprando bonos y promoviendo acciones que supuestamente compensan las emisiones de dióxido de carbono (“Los GeoTokens generados permitirán a empresas y personas mitigar su huella de carbono al invertir en la conservación y expansión de los bosques de la zona”, dice la gacetilla del gobierno, publicada por ejemplo en Diario El Chubut). Contamino acá pero retengo carbono allá. La propuesta sería que el mantenimiento de las plantaciones de pino lo realice una empresa/ong a partir de los bonos/criptos. Nada nuevo: privatización en la municipalidad luego de desarticular las reparticiones de poda y raleo y bonos verdes para las empresas. Doble ganancia para los capitalistas que están destruyendo el ambiente.

Somos claros. Los bonos verdes no mitigan los impactos que generan las grandes empresas. Simplemente les dan la forma de hacer publicidad diciendo que “cuidan” el ambiente mientras siguen contaminando. Desde Ambiente en Lucha rechazamos estas falsas soluciones: ni bonos verdes, ni criptomonedas “verdes”, ni plantaciones de exóticas. Luchamos por un ambiente que los trabajadores puedan disfrutar y nos permita un desarrollo perdurable. Sabemos que el capitalismo, y mucho menos en su versión Milei, no lo puede, ni quiere, hacer. Te invitamos a organizarte para luchar y defender el ambiente.


¿Son las criptomonedas ecológicas?
Mirá lo que dice Instituto de la Universidad de las Naciones Unidas para el Agua, el Medio Ambiente y la Salud (UNU-INWEH): “Durante el periodo 2020-2021, la red mundial de minería de Bitcoin consumió 173,42 Teravatios, lo que deja una huella de carbono equivalente a la de quemar 84.000 millones de libras de carbón o hacer funcionar 190 centrales eléctricas de gas natural. Para llegar a compensar esta huella, habría que plantar 3.900 millones de árboles.
Los resultados también demostraron que durante ese periodo de tiempo, la huella hídrica del Bitcoin fue similar a la cantidad de agua necesaria para llenar más de 660.000 piletas olímpicas, lo que además cubriría las necesidades actuales de agua de más de 300 millones de personas en el África subsahariana rural.” (citado por Ámbito Financiero).

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